viernes, 16 de marzo de 2012

Apertura

Ajeno, esta ciudad oscureciendo va,
La mente se transporta serenamente hacia un lugar acorde,
Se encuentra en las olas una atractiva calma,
Y en la distacia se perciben vestigios de luces anaranjadas, que lentamente van deconstruyendo los foraneos horizontes reiterativos de la vigilia.
Lo externo, lo inesperado y lo hermoso de los relieves de su existencia, anclan en una insistencia de pensamiento que se ha vuelto mutua,
Rapidamente se han desplegado las alas, renaciendo, a causa de la fuerza que ese sol supo proveerle a aquellas raices desecadas, agrietadas, donde han comenzado a crecer inesperadas particulas de vida.
Aguas claras van encausandose en esta soledad plagada de sonrisas por el recuerdo vívido del ímpetu de su sensibilidad, que oscila desde su extremo liberalismo hasta su desconcertante fin.
Corrientes de aire rellenan ese vacio desgarrador generado por la incopatibilidad de dos elementos, que comenzaron a disociarse a causa de los progresivos cambios sinergicos entre cada uno.
Foráneo este espacio que aunque es habitado diariamente, se transita con cautela,
donde la mente se transporta en soledades,
donde los verbos no son suficientes para explicar la partida de aquella alma que ahora, cautelosamente clausura las ventanas oscuras del pasado.